LOS QUE SE QUEDAN
1
Te
vi venir del trabajo,
tenías los
ojos rendíos
y te
pusiste a arreglar
tu carreta
"pal" Rocío.
Pronto
estarás caminando
habrá
viento o habrá lluvia,
pasarás
calor o frío,
sudarás o
tendrás sueño,
no podrás
dormir tranquilo.
No tengas
miedo a cansarte,
no tengas
miedo a mojarte,
yo te
grito amigo mío,
así es
como se le reza
a la
Virgen del Rocío.
2
En la reja de una cárcel
un hombre
llora de pena
porque
sabe que en su pueblo
van
saliendo las carretas.
Y sueña
con los carriles,
y sueña
con los carriles,
con los
pinos y las adelfas
con su
Virgen del Rocío,
con
"toa" la marisma entera.
Nadie sabe
su sufrir,
nadie sabe
su sufrir
ni el por
qué de su condena,
sólo lo
sabe la Virgen
y también
llora de pena.
3
Este año, carretero,
no te
pases por mi calle,
que tan
sólo hace unos días
que se me
murió mi madre.
Este año
yo no voy,
este año
yo no voy,
a mí me ahoga la pena,
aún
recuerdo aquellos años
en que me
llevaba ella.
Carretero,
carretero,
cuando
llegues a la ermita
ponle a la
Virgen dos velas
y rézale
por mi madre
rociera,
santa y buena.
4
Me despedí en la Verea
con pena y
con desconsuelo
y allí
sentao en el suelo
miraba pa
las carretas
que se
perdían a lo lejos.
Tú que
tienes esa suerte
de poder
pisar romero,
de oler a
menta y a pino
sácale
gracia del cielo
a las
cosas del camino.
Nosotros
quedamos aquí
llorando
con mucha pena,
ya habrán
salido de Gelo
y
ahora estarán en el Quema.
Autores: Juan Antonio Hurtado / Alfredo Santiago
No hay comentarios:
Publicar un comentario